jueves, 19 de marzo de 2015

ROSA OCHAITA


He querido participar en este blog porque mi paso por la escuela ha sido más que bueno . Hace casi ocho años decidí a última hora que iba a estudiar italiano, algo que siempre había pensado y a lo que nunca me había lanzado. Y menos mal que lo hice. Aprender un idioma ha sido para mí mucho más que aprender palabras y gramática. Ha sido conocer la cultura de un país, respetar sus costumbres, saber el porqué de las cosas, y adoptar alguna ¿por qué no? en mi día a día. Eso te permite conocer un poco más también de tu país y de tus costumbres. Mis compañeros, algunos ya amigos, y yo hemos aprendido muchísimo juntos. Tuve la gran suerte de encontrar un grupo de personas que nos ayudábamos mucho, compartíamos tiempo en la escuela y fuera de ella. Cada uno era un poco especialista en una cosa: escribir, hablar, preparar los exámenes... Pocas semanas después de comenzar el curso pensamos que sería buena idea quedar una vez por semana e ir practicando el idioma. Deciros que casi ocho años después, seguimos quedando a la por semana para hablar de lo que sea en italiano, claro. ¿Qué puedo deciros de los profesores que he tenido Ángel y Soledad? Muchas cosas en realidad. Clases dinámicas en las que había que pensar, hablar y competir (muy sanamente) y cuyo resultado final era aprender. Aprender los verbos con il vermicello, con una canción de moda o no, ver vídeos del festival de cine, de la canción, grande o pequeño del lugar correspondiente y darte cuenta de que poco a poco, vas cogiendo más y más palabras. Que estás menos limitado que antes, que parlare italiano è un piacere. Había un concurso que se me daba un poco mal, pero que era muy divertido y en el que aprendíamos mucho, que era el concurso de Cultura Italiana. Cada dos semanas se nos planteaban cuatro preguntas y una pista y debías localizar un personaje, un lugar, una celebración... ahí estábamos pegados al tablón para ver los resultados. Claro está, todo estaba en italiano para los del primer año y para los del último. Cierto que era un esfuerzo que hacían los profes, pero que nos tenía motivados y aprendiendo que en definitiva era el objetivo.

La cocina italiana es más que famosa y ¿cómo no? Aprendimos a hacer pizza con un auténtico pizzaiolo, y a cocinar pasta fresca. Con todo esto que os enumero un tanto desordenado, lo que pretendo deciros es que sí trabajamos mucho por aprender, por hablar italiano, pero que a la vez hicimos cosas muy divertidas que ayudaban a nuestro aprendizaje. Y que por suerte, coincidimos tanto profesores como alumnos, un grupo estupendo. Debo reconocer que la primera semana pensé en abandonar, pero que por suerte continué viniendo a la escuela hasta terminar italiano. Así que: Studiate ragazzi!

Este curso he comenzado otro idioma: alemán. Me está costando bastante, lo reconozco, pero ahí sigo. También he tenido que superar la tentación de abandonar, como en italiano. Pero seguro que si dentro de unos años este blog sigue abierto, o tengo la oportunidad de contar cómo ha sido para mí la EOI, podré deciros cosas estupendas de los profesores, las actividades, los concursos,  en fin, lo que es la escuela. Que con mucho esfuerzo y estudiando he conseguido hacer parte de este puzzle de 1.500 piezas (aunque yo creo que tiene más) que es el en alemán. De momento, ya cuento con unos compañeros que me ayudan mucho.



1 comentario:

  1. il giorno della pasta!!!! quanti ricordi!!! adesso nella casa dove abito cuciniamo pasta fresca una volta alla settimana e anche la pizza!! che bontà!!

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